lunes, 16 de diciembre de 2013

La Media

Es difícil describir el momento que viví ayer. Más allá de la marca y de la carrera en sí, todo cobra más valor cuando uno echa la vista atrás y analiza todo lo que ha pasado hasta el momento de ayer. Pero hoy os voy a hablar de lo que sucedió, de lo que pudo haber sido y de lo que al final fue.

Realmente todo comienza el sábado. Me levanto pronto para hacer el último rodaje antes de la competición. 30 minutos y aún sigo congestionado, no mucho, pero lo suficiente para seguir con dudas. Al menos el oído ya parece estar despejado y el día anterior ya terminé la caja de antibióticos. Por delante me queda un día "grupal" ya que a la mañana tenemos entrevista en el programa de radio de La Mirada Negra, después ensayo y comer con mis compis de Fear Crowd. No obstante, es un día tranquilo, aprovecho para cargar bien de hidratos ya pensando un poco en el domingo.

La noche la paso mal, bueno mal... Duermo poco (poco más de 4 h) pero descanso bien. Esto se ha convertido en una rutina, en Barcelona me pasó exactamente lo mismo y me salió buena carrera, así que no me preocupo, pero sigo teniendo dudas, muchas dudas...

Me levanto a las 7:45, desayuno poco y marcho junto a mi familia y mi fiel escudero Ander a Vitoria. Allí nos encontramos con un día despejado, poco viento y 1º C. Aún queda tiempo para la carrera, por lo que la temperatura se elevará tarde o temprano. Cojo el dorsal y quedo con Ruso y un amigo suyo para calentar. Sensaciones raras, pero la nariz está despejada, ¡puedo respirar! Ahora la pregunta es: ¿arriesgar o asegurar? 

Se da la salida a las 10:45, incluso un par de minutos antes. Muchos nervios y algún que otro empujón, madre mía, la gente está loca... 

Km1:
Salgo rápido y me coloco en un grupo que según los que están creo que puede favorecerme, pero paso en 3:13 y pienso que es un ritmo insufrible para 21 km. Me voy a cola a esperar acontecimientos, quizá haya alguien que piense como yo, se descuelgue y empecemos a ir a un ritmo un poco más normal...

Km2:
3:27. Bueno, esto ya es algo más "lógico" después del subidón inicial. Sigo a cola y reservón, aunque me sigue pareciendo un ritmo muy alto. 

Km3:
3:26. Se me está yendo de las manos, o de las piernas... Creo que es un ritmo para morir en el intento. Miro hacia atrás y a unos 40 metros viene otro grupo. Me asaltan las dudas. Aguantar o esperar. Decido descolgarme un poco y ver si alguien más lo hace con la idea de reservar para después.

Km 4:
3:36. Tras ir solo durante un km entero veo que estoy en tierra de nadie y que la he cagado. Quizá tenía que haberme agarrado... Pero pronto veo que me alcanza un atleta desde atrás y que del grupo delantero en el que iba un km antes se descuelgan otros 2. 

Km 5:
3:26. Después del esfuerzo para enganchar a este grupito de atletas paso en 17:10. Madre mía... Espero que esto se estabilice y empecemos a marcar parciales menos agresivos a partir de ahora. Esto va para marca personal, pero son 21,1 Km, queda muchísimo y hasta ahora he ido con el gancho, con sensaciones muy raras. Recuerdo la Media de Barcelona, y que hasta el Km 7 no empecé a funcionar. Espero que me pase lo mismo...

Km 6:
3:32. Esto me gusta más. A rueda se va bien y cojo aire, es el primer momento que empiezo a disfrutar de la carrera. Ahora solo hace falta cabeza y pensar en arriesgar o quedarse a ver los acontecimientos.

Km 7:
3:26. Otra vez lío. Pero voy cómodo. Pues qué narices, arriesgamos. Me pongo delante de mi pequeño grupo a dar la cara y seguir a este ritmo. ¿Qué pasará después? Como diría Chema Martínez: no lo pienso, corro.

Km 8:
3:26. Me alcanza un super atleta por detrás que va como una moto. Me agarro, ¡qué remedio! Antes que ir solo marcando mejor tener una liebre de esta forma y sin haberla pedido, ¿no? Juntos vamos muy rápido a la captura de un grupo de atletas que marcha un poco por delante.

Km9:
3:22. ¡A dónde vaaaaas! A rueda se va como un rey, pero a este ritmo voy a morir pronto, y por detrás ya hay un hueco en el que no me quiero quedar. O cogemos a los de delante o me da un patatús...

Km10:
3:42. Y eso pasa cuando coges al grupo después de un calentón y con una subida de por medio. Decides recuperar un poco y que sean ellos los que sigan al super atleta (qué bárbaro). Paso el km 10 en 34:36. Lo que supone marca personal en ruta en esa distancia. Así que ahora nos podemos imaginar de qué manera me asaltan las dudas... Pero ya no hay vuelta atrás. Se ha arriesgado y falta media carrera. Ahora solo falta ver si sale.

Km 11:
3:26. Recuperamos el ritmo después de la subida y esto sigue igual. Lo bueno es que sigo teniendo piernas aunque haya ido toda la carrera renqueando.



Km 12:
3:29. Parece que no, pero se nota. Sigo a rueda de mi grupito pero uno se deja ir y me pilla en medio. Un calentón más para recuperar los escasos 3 metros que me han sacado. Se sufre un poco pero salvamos la papeleta. Esto sigue.

Km 13:
3:32. Los km empiezan a hacer mella, nos relevamos e intentamos mantener el ritmo. Delante se ve al grupo "suicida", esos de los que decidí descolgarme en el km 4. ¡Eso está bien!

Km 14:
3:35. Después de un rampón infernal el super atleta sufre y empiezo a tomar el mando de mi grupo, pero pienso que a partir del 15 me puede dar el bajón del que llevo hablando todo el rato.

Km 15:
3:25 y en solitario. A la caza del grupo delantero. Esto es arriesgar, y de lo lindo. 

Km 16:
3:34. Por detrás me alcanza alguno del grupo trasero, decido esperar un poco y que me releve un buen rato ya que a partir de ahora queda lo peor...

Km 17:
3:17. Picando hacia abajo todos corremos, pero yo es que iba encendido. Es este un punto clave en el que tenía una referencia del año pasado en Barna. Me dije a mí mismo que si lo pasaba en menos de 1 h podría tener a mano mi MMP. Pero es que lo pasé en 58:57. Quise apretar, pero ahora sí que iba justo justo. La marca estaba en mis piernas y no podía fallar. Ya no pensé ni en el puesto ni en nada, solo pensaba en correr.

Km 18:
3:32. Alcancé a algún atleta y fuimos animándonos mutuamente para tirar con lo que nos quedaba. Yo ya empezaba a flotar, pero no sabía qué tiempo iba a hacer. Olvidé mis referencias y seguí a lo mío.

Km 19:
3:23. Ritmo suicida, pero ya solo quedan 2 km. Pensé lo que era una serie de 2 km y me ceñí a esa idea. Me dolían los pies, me ardían, seguro que después no iba a poder andar. Pero eso ya importaba poco. 

Km 20:
3:29. Este es el momento en el que uno pierde el poco estilo que tiene corriendo y talona, menea el cuerpo de un lado a otro... vamos, un espectáculo. Pero una buena marca merece eso y mucho más.

Km 21,1:
Parcial de 3:48 y tiempo neto total de 1:13:10, 1:13:12 oficial. MMP y puesto 18º. En febrero, en un marco incomparable y en el que hasta ahora creía que era mi mejor forma hice 1:14:13. No podía creérmelo, tuve que abrazar, y de corazón, a todos los que cruzaron la meta conmigo. Alguna lágrima ya me salió y pensaréis que soy un exagerado y bastante "flipao". Pero no es así, aunque os dejo que me lo llaméis si queréis.



Las fuerzas salieron de los ánimos de la gente, sobre todo en la parte final. Ver a Josemi Benítez, antiguo compi del club, entorno al km 20, escuchar tu nombre un par de veces antes de llegar a la meta por otra gente que no reconocí, ver a mis padres en la recta de meta... Todo eso y pensar en lo que he pasado para conseguirlo: 4 meses sin poder correr desde abril, una semana y media previa con antibióticos por un resfriado inoportuno, que todo se tuerza, pero que salga... Pues qué os voy a contar... Sobre todo le doy importancia a que no soy profesional, que no me dedico a esto pero me encanta este deporte. Todas las adversidades hacen más importante, sobre todo a nivel personal, un logro así, y aunque no he ganado nada esto me lo debo a mí y a los que me aguantan. Para mí es una victoria, mi victoria.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Defendiendo en Usansolo

No puedo describirlo de otra forma. Mi estado físico no está en su mejor versión y hoy se ha superpuesto la fortaleza mental y la mala leche. Pero no adelantemos acontecimientos todavía. La razón se remonta al martes pasado, desde el que llevo dando candela a mi cuerpo a base de antibióticos porque un inafortunado resfriado con su otitis de líder han hecho de mí una piltrafa esta semana. Y eso se nota.

Desde la semana pasada ya me estaba encontrando mal, un poco de catarro, inflamación de garganta y algún quebradero de cabeza que, según creía, se iba a pasar en un par de días. No fue así y el martes ya tuve que ir al médico, con lo que soy yo, después de que pasara una noche en vela por culpa de un inoportuno dolor de oídos. El resultado fue el típico en estos casos: ibuprofeno y amoxicilina. Eso por parte del médico, yo me propuse además algo de descanso...



Pero no iba a tirar la toalla, ni mucho menos. Así que esta mañana me he presentado en la salida en Usansolo con ninguna idea en particular, más que acabar de la mejor manera posible. Entorno a 70 corredores han tomado la salida, si no era alguno menos y yo he decidido salir como siempre, aunque quizá se me haya ido de las manos un poco. Pronto he visto que mis piernas no iban a ir lo finas que me gustaría, pero mi mayor problema era la respiración, ya que con la nariz taponada se hacía complicado coger aire de la forma que estás acostumbrado. Primera vuelta y ya voy pasado de vueltas, valga la redundancia. Segunda vuelta y voy perdiendo posiciones de forma abrumadora. Tercera vuelta y pienso en la retirada. Pero no hemos venido a eso, y además nunca lo he hecho de esta forma. Hoy no era el día de tirar la toalla, era el día de la casta.



Así que he asumido dos cosas. Primero, mi error en la salida, si no estás bien no intentes ir donde crees que puedes ir cuando estás al 100%. Y segundo, si tu cuerpo no responde no es culpa tuya, ni de la planificación, ni de los entrenamientos, es culpa de tu salud que te ha jugado una mala pasada esta semana. Una vez asumido he corrido como yo sé. 



Dos vueltas para el final. Me descuelgo de mi grupo y miro hacia atrás. Algunos vienen y espero un poco a que mi cuerpo se asiente de nuevo. Así que corro a mi ritmo hasta que a falta de una vuelta me atrapa un corredor al cual puedo seguir durante toda la vuelta. No estoy con fuerzas de disputar la plaza así que miro hacia atrás de nuevo y veo que tengo hueco con el siguiente. 



El resultado es que vendo mi plaza. No importa, esto ha terminado, pero lo más importante es que se ha defendido. Entro en meta el 24º con 33:52 para los 9,6 km (no 10 como marca la información de la carrera), el año pasado en condiciones parecidas, aunque no de salud, hice 32:46. 



Está claro que no es mi posición. Lo malo es que no sé dónde está mi lugar este año y de cara a la semana que viene no me viene bien. No pasa nada, esto acaba de empezar. Desde luego que no todas las cosas vienen como queremos y hay que asumirlo. No estoy donde debiera y la salud no me permite comprobar dónde puedo estar. Así que voy un poco a ciegas y a verlas venir... No cabe duda que la Media de Vitoria será un examen interesante. ¡A por ello!




lunes, 2 de diciembre de 2013

Noviembre nos deja y esto empieza...

Ya terminó noviembre, un mes de mucho frío y de mucha lluvia, y que no ha impedido que continuemos con nuestros entrenamientos, aunque seguro que a más de uno, y a un servidor incluido, nos ha pasado factura.

Ahora todas las miradas están puestas en ese Campeonato de Euskadi de Media Maratón que se celebrará en Vitoria y en el que estamos 27 inscritos para la prueba (aunque entre todos sumamos más de 3000). Es curioso que de nuestro club íbamos a ir Miguel y yo, pero en la inscripción para el campeonato también está Daniel Juarros. Miguel no tiene mínima por lo que no puede optar al campeonato, pero sin embargo hay gente que tampoco la tiene y está inscrita. Es extraño porque llevo dándole vueltas a la opción de clasificar por clubes y desconozco la marca de Daniel, pero no comprendo como no se ha podido avisar de esta situación. Me molesta porque Miguel es un buen amigo y compañero de entrenamiento y que tiene grandes ilusiones depositadas en este tipo de distancias. Espero comprender esta historia, estas divisiones un tanto extrañas dentro de la misma casa, y si eso ya se desvelará la realidad en algún otro post. Habrá que esperar...

Como ya he comentado mi objetivo no es otro que participar e intentar hacer un buen papel, no sé si conseguiré MMP, todo apunta a que no será posible, pero espero aún así hacer una buena carrera en mi distancia favorita.

Comentaba que noviembre amanecía lluvioso. Hace un mes fuimos algunos atletas del club a Soncillo y allí comenzó en serio la preparación para esta temporada. Corrimos 53 km en 3 días y conseguí acabar la semana con 93 km en las piernas. Lo bueno es que conseguí terminar sin dolores ya que los ritmos aún eran asequibles para la época del año. Eso sí, la semana siguiente ya iba a ser un poco más dura. El día 9 ya tocaron 25 x 300 y una recu de 200 a trote. ¿Sensaciones? Buenas, pero no era tan rápido como me hubiese gustado, aunque en las últimas me encontré bastante fuerte y conseguí terminar bastante bien. El resultado dio una media de 56,6 s el 300 y una recu de 1:09.



La siguiente semana ya tocó la primera competición seria, el Cross de Atapuerca, donde ya comenté mis sensaciones en la entrada anterior. Esta fue una semana más o menos tranquila pensando en la competición y completé 72 km. Por lo demás todo en orden, al día siguiente apenas hubo desviación cardíaca con lo que asumimos perfectamente la carrera y el entrenamiento de toda la semana. 

Siguen pasando los días y sigue lloviendo, y sigue haciendo mucho frío. Y llega el segundo día duro de series: 4 x 2000. Contra viento y marea consigo terminar el entreno, aunque en la última serie me tengo que parar a falta de 200 m porque me entra el flato. ¿Los tiempos? 7:00, 6:52, 7:00 y 6:31 (esta última 1800 m). Termino la semana con 90 km y sin molestias, pero bastante cargado así que paso por la consulta de Olga para una sesión de fisioterapia. Sufro mucho, está claro que la destrucción muscular es importante, la carga de entrenos está siendo la más dura de todo lo que llevo en este deporte, pero no me puedo quejar, no duele nada más de lo habitual, no hay lesiones, y eso ahora es lo más importante.

Sigue lloviendo y el domingo 24 cojo la bici para ayudar en la organización de la Santurtzi - Bilbao. Y por fin agarro un resfriado que a día de hoy no he quitado del todo... Esta última semana iba por buen camino pero no hemos podido terminar de la manera que nos hubiera gustado, me sentía débil pero tampoco corría mal, quizá incómodo por la incubación de algún virus, pero nada más allá. El martes pasado me ardía la garganta y no pude dormir más de dos horas seguidas. Me tocaba 12 x 400 en cuesta con la bajada de recuperación. Hice lo que pude, me sentía raro pero no mal. Y el entreno salió en los tiempos establecidos y además fueron bastante estables.


Dos días después quise hacer un test de 40 minutos a ritmo de Media Maratón. Contando que lo hice solo, con las zapas de entreno y abrigado como un oso polar y con un resfriado bueno creo que estuvo muy bien.


Me salió un ritmo medio de 3:34 min/km en una semana que he completado con 85 km y de la que ya puedo sacar algunas conclusiones:

1. No creo que esté para bajar de 1:14
2. Creo que puedo conseguir una marca cercana a 1:15
3. Creo que tengo el fondo suficiente para no morir antes de tiempo como ya me pasó en Donosti hace un par de años, donde iba para MMP y en la segunda parte de la carrera el tiempo se fue hasta 1:16:52.

¿Y cuál es la consecuencia de todo esto? Pues que tras 390 km en un mes he tenido que jubilar ya alguna zapatilla como las Mizuno, que han aguantado conmigo más de dos años... Sí, ya sé que es mucho (más de 1700 km) y vuelvo a prometer cambiar antes la próxima vez. Así que hoy tocaba pasarse por la tienda Running Bilbao, y como tengo unas Adidas Response para jubilar dentro de poco también (1200 km) me he agenciado unas Adidas Super Nova 6, que me dan bastante respuesta, tienen mayor estabilidad y no están mal de amortiguación. 

Jubilación

Renovación

Por lo demás espero curarme pronto de este resfriado y así estar al 100% dentro de dos semanas. En cualquier caso la suerte está echada. Esta semana será dura, mañana tocan 3 x 3000 y el domingo correré el Cross de Usansolo. Será la cuarta vez que hago este cross y solo espero que se me dé bien, aunque sé que sufriré. Todo está casi vendido y la Media nos espera dentro de tan solo dos semanas. Noviembre se va, ¡ahora empieza lo bueno!

Nos vemos pronto.