lunes, 11 de abril de 2016

10 km Hoznayo

En mi búsqueda constante de la distancia de 10 km me topé con esta carrera que prometía mucho sobre el papel. En primer lugar, estaba a poca distancia en cuanto al tiempo de los 10 km de Laredo, donde muchos no pudimos inscribirnos, y en segundo lugar, porque la organización prometía un recorrido llano en su totalidad. Así que pensé que era na muy buena oportunidad para encontrar esa marca que se me resiste desde hace un par de años. 

Allí fui con Saioa y nuestro buen amigo Bittor, cargados de esperanzas frente a un día complicado, no llovía, pero soplaba mucho viento. Una vez allí nos fijamos en la participación, pero estando en Cantabria tampoco conocíamos mucho a los rivales. A los que sí conocía era a Sergio García y Yerai Varela, grandes atletas con los que comparto muchas carreras en el Pais Vasco.

Ya calentando vi que la cosa iba a estar muy complicada, el viento soplaba fuerte y no había demasiada gente, por lo que la idea de seguir a un grupo que se acercara a mi marca se iba alejando de mi cabeza. 

La salida era muy favorable, calle ancha y en línea recta unos 400 m. Salí rápido desde una mala posición, pero pronto vi el grupo que se estaba formando en cabeza. Los dos primeros, que iban a por todas en la modalidad de Media Maratón, iban demasiado rápido. Me vi sólo persiguiendo a Yerai y a un marroquí. Por detrás alguien más venía y se formó un poco de caos. Paso el primer km en 3:04, pero el viento sopla muy fuerte y esta vez de cara. Me encuentro en un grupo de 3, pero no nos entendemos, cada uno lleva un ritmo y se empieza a escapar la marca, además el recorrido no es el mejor, subimos varias cuestas, no muy duras, pero suficientes para no poder ir a un ritmo sostenido. 



Los dos siguientes km paso en 6:29, y en ese momento voy solo a la caza de Yerai y Laazzaouy. Me coge por detrás Sergio García y juntos les alcanzamos en el km 5. Tiempo: 16:04. No estaba mal, pero nos tocaban 3 km de viento muy intenso frontal. Baja sustancialmente el ritmo y ya queda claro que los cuatro buscamos la carrera. Sacamos una buena ventaja al siguiente grupo, así que nos limitamos a controlar el ritmo, aunque aquí quienes tiran son Laazzaouy y Yerai. 



En el km 7 es donde sucede lo increíble. El ciclista que va con nosotros liderando la carrera nos manda recto en un cruce cuando debíamos girar a la derecha, y no es hasta pasados casi 100 m cuando un hombre de la organización (que por otro lado, no sé aún qué hacía tan lejos del cruce) nos indica que nos hemos pasado. La indignación es evidente, pero eso no parece sentarle bien, ya que a mí personalmente me dice que tenga cuidado. Terrible.

Me lo pienso dos veces, el siguiente grupo ya ha pasado y la paliza que llevo es considerable. ¿Me paro, o voy tras ellos a intentar la carrera? No lo pienso más y voy a todo lo que me da hacia ellos, alcanzádoles en el km 8 y con un calentón de alucinar. Sergio y Laazzaouy ya habían entrado hace tiempo y tiraban con fuerza del grupo. Yerai optó por ir más tranquilo hasta el final, y el máximo beneficiado de esta situación fue Jose Luis Fernández.

Poco más podía hacer yo, me costó mucho llegar hasta la cabeza y el último repecho no me hizo un favor precisamente. Sergio García le ganó la carrera a Laazzaouy y Jose Luis fue 3º. Yo entré detrás, con un cabreo monumental. Seguramente habría sido 4º de todos modos, pero por detrás de Yerai Varela, en todo caso.



Terminé muy enfadado, la organización de esta carrera fue deplorable, además no nos pidieron disculpas por lo sucedido, ni se acercaron donde nosotros a darnos explicaciones. Una decepción de carrera, tanto en lo práctico como en lo humano. Después del viaje, de pagar la inscripción y venir con todas las ganas solo te quedan las ganas de no volver.

1 comentario:

  1. Acabo de leer tu post y sólo me queda suscribir palabra por palabra lo que has escrito... Es vergonzoso que cada vez más se vendan las carreras como totalmente llana etc...y luego te encuentras la ratonera del pasado domingo. Un error humano es totalmente comprensible a pesar que tire por tierra tanta ilusión y preparación pero si encima te encuentras con esa clase de personas... flaco favor se hacen. En mi caso no vovleré tampoco más allí. El viento pega para todos y evidentemente te trastoca la posibilidad de lograr x marca pero los continuos toboganes que había no son acordes con lo que ofrecían...una pena por ellos.
    Un saludo

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