A la tercera va la vencida, o eso dice el dicho...
Vine a Etxebarri de rebote. Tras el varapalo de Castellón, a donde llegué en perfectas condiciones y una caída me privó de lo que creo que hubiera sido una gran marca, me vi en la necesidad de buscar otra arrera de 10 km donde pudiera reflejar lo que mis piernas decían. Al no estar apuntado a Laredo, ya que coincide con una de mis pruebas favoritas (Duatlon de Oñati), la que más se ajustaba por fecha era esta.
Y no es que el circuito sea expresamente rápido, en mi opinión, pero tampoco es lento. Además hay que dar 3 vueltas y eso hace que psicológicamente pueda pasar factura. No llegué en la misma condición que a Castellón, ya que llegué mas cansado, pero igualmente tenía en la cabeza ese sub32 que llevaba rondando todo el año.
Y tuve suerte, ya que estas cosas no se consiguen a menos que encuentres a alguien que sea de tu nivel o mejor. Y allí se encontraban Diego Pascual y Gustavo Sánchez, a la postre 2º y 3º que hicieron todo menos difícil.
Salimos a muerte, guiados por Gus que nos marcó un paso por el primer km de 3:02. Una locura. Menos mal que el segundo km con algo de viento en contra y tras un ligero repecho equilibró un poco el ritmo en un paso de 3:17. Poca broma. Tras esto decidí ponerme delante para recuperar algo el ritmo y estabilizarlo algo más. 3:12 marcaba el siguiente paso recuperando en el siguiente varios segundos, donde ya Diego empezó a marcar un ritmo crucero que iba a descolgar al resto del grupo. 3:07 para este km y 3:10 en el km 5, donde ya manejábamos un parcial de 15:50.
Este tiempo estimaba una buena marca, pero aún quedaba la mitad de carrera. En Ulía pasamos en el mismo tiempo y al final se nos fue bastante. Quise ayudar a Diego, pero la verdad es que los primeros km me atufaron bastante y no tenía el día súper que había tenido en otras carreras. Hasta el km 7 fuimos bastante constantes, Diego tirando y yo hecho polvo intentando aguantar. No fue hasta el paso por el km 8 donde vi que era posible bajar de los 32 minutos y en el km 9 me puse delante para darlo todo.
Siendo sinceros me precipité bastante, ya que se me hicieron muy largos los últimos metros. Cada vez intentaba apretar un poco más y cuando vi que había sacado un metro a Diego me lancé con todo hacia la meta.5 años después volvía a bajar de 32. Aunque ya lo hice en Ulia, pero los jueces decidieron otorgarme dos segundos más para darme un tiempo oficial de 32:00. Qué mala leche. No iba a ser menos en esta carrera, no sé por qué el chip de estas carreras marcan siempre dos segundos más... Así, de los 31:45 del tiempo oficioso me quedo con un 31:47 oficial, segunda mejor marca de mi vida. Poca cosa para algunos, pero que después de varios años sufriendo muchas lesiones me hace mucha ilusión.
Como bien dice mi pareja de vida: "No es fácil trabajar, ser padre y competir bajando de 32 minutos en 10 km. Hoy carrera de dos grandes"
Especial mención a Diego, que además de hacer una grandísima carrera consiguió también su mejor marca. Para mí uno de los atletas revelación de Bizkaia de los últimos años.
Fotos: Korrikazaleak
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