Mi última carrera antes de ser padre fue en territorio cántabro, concretamente en la localidad de Cabezón de la Sal. Una carrera de 10 km que quería afrontar con el objetivo de cumplir todas las distancias de fondo que me han faltado este año.
Y como había entrenado más o menos bien quería probarme a tope, a ver hasta dónde podía llegar. Tuvimos suerte y no hizo mucho calor, pero sí que apareció la lluvia, la cual iba a incomodar hasta el final. En la salida no conocía a mucha gente, pero sabía quienes eran los "gallos" a los que debía intentar agarrarme hasta que pudiera.
La salida fue bastante rápida (3:06) y sabía que si eso seguía así iba a tener que levantar el pie más temprano de lo que me gustaría. La cosa mejoró en el segundo km (3:16) pero mis sensaciones para ir a ese ritmo no eran las mejores, así que decidí abandonar el grupo de cabeza aprovechando que otro atleta que corría los 5 km también se descolgaba.
Con él pude llegar hasta mitad de prueba, con unos parciales más o menos dignos (3:15, 3:21, 3:28..). Y e tocó remar en solitario. Las sensaciones fueron buenas y me quedo con que pude marcar 3 parciales seguidos en 3:19, 3:22 y 3:21 que me llevaban a soñar con una marca cercana a 33:20 (lo cual hubiera sido lógica teniendo en cuenta mi mejor marca del año en 5000). Pero los dos últimos km picaban un pelín hacia arriba con viento de cara. Y eso que tenía cerquita al 5º clasificado, lo que me obligó a exprimirme. Pero me vine abajo cuando el km 9 lo marqué en 3:29. Decidí dejarlo estar y acabar en menos de 34 minutos, que era el objetivo.
Finalmente crucé 6º la línea de meta con un tiempo de 33:37. Satisfecho porque las sensaciones fueron buenas y porque rendir en verano siempre es un poco más complicado.
El ganador fue Iván Sainz seguido de Diego Cuadrado. Tercero entró el francés Damiens Simon.
Como siempre agradecer a mi chica Saioa y a mi amigo Ander por acompañarme a estas cosas.
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