Ayer, día de Navidad, hizo un mes que dejé de correr. Es por ello que he tenido abandonadas mis anécdotas deportivas. La causa ha sido una tendinitis, la cual venía arrastrando unos cuantos meses atrás.
La duda es saber con claridad cuál fue el origen, pero las molestias, aunque mínimas, empezaron al final de la temporada pasada. Después de la Carrera de San Juan en Vitoria, aprovechando aquellos días de vacaciones, nos dio a Saioa, Bittor y a mí participar en un trail de montaña. No es la primera vez, pero sí es verdad que nunca había participado en una prueba tan dura (21 km con 1100 m de desnivel +).
Ahora, con la mente fría pienso que fue un error, y es que yo soy de sangre caliente y entonces salí a disputar. Soy así, no le temo a nada, pero sí le perdí el respeto, y eso es un error.
Acabé la carrera destrozado físicamente, y es que por mi forma de correr no puedo correr en la montaña como si tal cosa. Y agarraros los machos aquellos que sois pisteros, porque poco o nada tiene que ver una cosa con la otra, aunque al final se trate de lo mismo: correr.
Las semanas siguientes fue un ir y venir de molestias y lesiones. Recuerdo que no podía montar en bici porque me dolía la rodilla, pero no me molestaba al correr. Entonces, forcé mi pierna derecha, llevándome seguramente a esta tendinitis del isquitibial que padezco hoy.
De momento seguimos con la recuperación, a la espera de buenas noticias para poder incrementar los km en bici (de momento son 20 minutos de rodillo). Las sensaciones son buenas, eso sí.
Mucho cuidado con vuestros rodajes y sobre todo con las carreras.
Salud, km y felices fiestas!
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