viernes, 1 de diciembre de 2017

Santurtzi - Bilbao (22º)

Esta es la crónica de una muerte anunciada. Lo normal, después de estar más de dos meses con molestias no se podía pedir más. Pero tenía que llegar como fuera a la cita, una carrera a la que le tengo un cariño especial, por ser la de mi club y por terminar en mi casa.

Siempre he disfrutado en esta carrera, y siempre he corrido muy rápido:

51:14 en 2014 y puesto 18º
51:40 en 2015 y puesto 21º
50:59 en 2016 y puesto 13º

Pero este año llegaba mal, lesionado, con pocos km y con ganas de que fuera mi última carrera del año. Y así fue. Pero no obstante la disfruté, intenté llegar más o menos entero, con más o menos dolor, pero tolerable.

Y salí rápido (3:09 en el primer km) y cerquita de la cabeza. Pero al finalizar la primera cuesta me quedé rezagado en el siguiente grupo, donde marchaban Joseba Larruce, Borja Peña, Iban Rodriguez y mi compañero Oskar Álvarez.



En este grupo iba cómodo, a un ritmo más lento de lo habitual en esta carrera. Hasta que me vine arriba a la altura de Lutxana, ya que veía que teníamos a tiro a Kike Sebastian e Ivan Arrate. Me sucedí en los relevos con Borja hasta que a la altura de Zorroza noté bastante dolor en el isquio. Esto junto a la falta de fondo hizo que perdiera unos metros insalvables. 

Esperé a recuperarme un poco y en Olabeaga me alcanzó Oskar, que se había quedado anteriormente, y otro compañero del club, Pablo Maldonado. Intenté agarrarme para poder mantener una posición digna en la carrera. En este momento se sucedieron varias posiciones, conseguimos adelantar a algunos y otros, como Alberto Arberas consiguió adelantarnos a nosotros. Ni tan mal, pensé, estaba dando el callo a pesar de todo.

Y así, hasta que en la cuesta de Mazarredo las fuerzas me abandonaron definitivamente, pero no lo suficiente como para poder cruzar la meta junto a Oskar, lo que supuso un gran premio para los dos.



Invertí un tiempo de 53:12, entrando en el puesto 22º y 12º vasco (5º, 4º y 4º en años anteriores), a más de dos minutos del tiempo empleado el año pasado y en unas condiciones climáticas más favorables, lo que supone una pérdida enorme.

CLASIFICACION

¿Y ahora qué? Pues ahora toca parar, el diagnóstico es claro: tendinitis. Es momento de reflexión, de estudiar qué ha ido mal, hallar el problema, después ponerle solución y más tarde entrenar para poder ser un poco mejor. 

Paciencia. Volveré.


No hay comentarios:

Publicar un comentario