El domingo se disputó el Duatlón de Zornotza, una prueba que corrí hace dos años y que me gustó mucho. Este año, iba a ser todo diferente, llegaba bien pero tocado por una lesión en el calcáneo que llevo arrastrando desde el Cross Corto. Así que mi rendimiento iba a ser una incógnita.
Allí me presenté con Miguel y el resto del grupo de la S.C Bilbaina: Ander, Edgar, Ernesto y Raúl. Además de los acompañantes que no fallaron una vez más a la cita: Imanol, Roke, Javi, Jesús y mi aita.
Tocaba esta vez cubrir 10 km a pie, 44 en bici y otros 5 a pie para completar la prueba. Muy dura, ya que a pesar de que el recorrido a pie era favorable, en la bici nos íbamos a enfrentar a dos subidas a Montecalvo.
Lo bueno de esta distancia es que la gente ya sale con más cautela, así que pronto me coloqué en un segundo grupo que perseguía a un trío formado por a la postre vencedor Aitor Regillaga, Beñat Arnaiz y Raúl Fernández. Corrí muy a gusto, intentando ser conservador a cola de mi grupo en los que estaban Ibai Etxeandia, Joseba Plágaro, Aitor Astorkia, Iñigo Arregi, Jon Garate, Diego García, Bravo, Varela... Y con ellos cogí la bici y tras unos km llanos y muy rápidos encaramos Montecalvo.
Subiendo el puerto ya cada uno marcó su ritmo. Yo entonces marchaba en 6ª posición en solitario, y ver a mi aita con el resto en la subida me dio alas para intentar cazar a un trío delantero, pero me fue imposible llegar a ellos antes de que acabara la subida. Por detrás vendrían Josu Uriarte e Ibai Etxeandia, a los que esperé para afrontar los siguientes km acompañado, ya que si iba sólo sabía que no iba a ser posible avanzar. Más tarde se nos juntarían algunos más por detrás y encaramos la segunda subida a Montecalvo, esta vez por Zugastieta, algo más larga e igual de dura. Aquí intenté agarrarme bien a Josu e Ibai, ya que marcaron un ritmo fuerte desde el inicio, y juntos nos marcharíamos hacia delante. En plena subida vimos a Bravo, con problemas mecánicos, una pena.
Tras bajar el puerto nos encontramos con un fuerte viento de cara. Fuimos a relevos muy bien, pero yo no estaba para mucho más e intenté colaborar lo que pude. Justo en la T2 nos alcanzarían por detrás, primero Diego, que se marcó un carrerón en bicicleta, y después el grupo en el que marchaba Joseba y Aitor San Vicente, entre otros, nos pisaba los talones. Sabía que después de la transición tenía que apretar para mantener ese pequeño hueco por detrás. Así que durante los dos primeros km de la carrera a pie marqué un ritmo fuerte. Le pregunté a mi aita a ver en qué puesto iba porque tenía un buen lío. 6º me canta, pero no veo al 5º, me saca mucho... Así que miro hacia atrás y considero que la ventaja es suficiente para poder disfrutar del resto de carrera.
Y así terminé este duatlón, muy bonito y muy bien organizado tras 2h15 de carrera. Una pena que Ander no pudiera acabar, la verdad es que estamos pasándolo mal con el tiempo de este año y eso nos pasa factura a todos.