El sábado por la tarde me acerqué a Ermua, después de una semana un poco más intensa de entrenamientos y algo cansado, a hacer equipo con la S.C Bilbaina en nuestro segundo duatlón y primero para mí. Mi objetivo no era otro que tomar contacto con la disciplina, ya que apenas he entrenado el sector de bici. Esta vez nos presentamos Iñaki Basterra, el habitual Raúl Cisneros y yo.
Sobre terreno mojado se dio la salida a las 16:15. Todavía con el susto que me di en verano, donde aún se pueden ver las secuelas de mi caída a día de hoy, tenía mucho respeto y algo de miedo a lo que podría encontrarme con el piso húmedo.
La gente salió desbocada en el primer sector y yo tenía como objetivo correr a un ritmo más o menos cómodo. Fui adelantado posiciones hasta que encontré el ritmo que buscaba en un grupo bastante numeroso. Así, completamos los primeros 5,3 km a un ritmo de 3:22. Primer escollo salvado, por delante ya marchaban Oier Ariznabarreta seguido por a la postre vencedor, José Almagro.
Mi transición fue algo lenta y una vez pasada la línea que delimitaban los jueces para subirse a la bici, tuve más problemas por culpa de la humedad que inundó mis calcetines. Así que perdí un tiempo precioso y entonces comenzó mi calvario. Primero luché por entrar de nuevo en el grupo, y aquí alcancé mi máximo en carrera, algo que no buscaba, pero que cuando te ves delante no puedes evitar. Cogí al grupo al inicio de la cuesta pero me volví a descolgar poco después. Por suerte Joseba Plágaro también sufrió y juntos pudimos entendernos para intentar recuperar de nuevo. Lo que peor llevé fue la bajada, donde he perdido toda mi confianza.
El calentón estaba siendo muy serio y Joseba apretaba fuerte. Quizá fue demasiado generoso en el esfuerzo ya que, al término de la primera vuelta y cuando comenzaba a picar hacia arriba la carretera se vino abajo, dejándome sólo a la zaga del grupetto. Esta vez no me costó mucho alcanzarles e incluso pude recuperar el aliento. Un poco tarde quizá, ya que todo ese esfuerzo me iba a pasar factura en el último tramo a pie.
Esta vez pude subir con el grupo, aunque con muchas dificultades, y volví a bajar con cautela. Por suerte no perdí puestos y ya pude recuperar a cola para los últimos 3 km a pie. La transición fue algo más rápida y quise salir muy fuerte. Pero la fatiga ya era grande y el pulso no me subía como al inicio de carrera, por lo que me limité a mantener el ritmo. Pude adelantar a algunos y hacer distancia con otros, pero a falta de 200 m me adelantó Iñigo Sardón, relegándome a la 9ª posición, siendo 3º de Bizkaia.
No obstante, sabía a lo que venía. No quería pasarme de vueltas corriendo, aunque sí hice lo propio en bicicleta, lo que creo que me vendrá bien para las siguientes competiciones. Por lo demás, primer sector a ritmo de 3:22 y tercero a 3:36, más o menos dentro de mis planes y aún así viéndome en carrera, no está mal. De momento no me veo con opciones de correr al 100% en un duatlón a menos que mejore sobre las dos ruedas. Pero más adelante lo intentaré, por supuesto.
Agradecer a Kepa, Roke y Saioa por venir a vernos, que aguantar con este tiempo tiene mérito. ¡Nos vemos en la próxima!
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