Y los que quedan... Porque esto parece que no va a cambiar de la noche a la mañana. Ciertamente este parón de carreras tampoco me ha venido del "todo mal". Desde que terminó el confinamiento y me puse de nuevo a entrenar noté que las molestias que arrastraba desde finales de febrero no desaparecían. La culpa fue un edema óseo en el tobillo, y desde finales de junio dejé de correr y me dediqué a la bici, esa gran olvidada para mí.
Y así hasta noviembre, donde he vuelto a empezar a correr no sin miedo, pero cada vez con algo más de confianza. La única noticia destacable es que desde mayo me puse en manos de Javi Fernández (Toro), amigo desde hace unos años y gran entrenador. Y es que después de unos años estancado era hora de cambiar de golpe. Es difícil saber si tendrá resultados positivos si no hay carreras, pero desde luego que mejor que ahora no me he encontrado nunca entrenando, y eso es algo.
No lo negaré, me gustaba entrenar a mi bola, llevo muchos años y conozco mi cuerpo, y creo que aunque no haya sido lo mejor tampoco he tenido muy malos resultados desde entonces. Para la maratón sí que pedí asesoramiento a Fredy, y aunque la cosa no fuera muy bien la forma ahí estaba y más tarde se pudo comprobar en los 10 km. Pero en definitiva, necesitaba un cambio gordo, y esto ha ayudado a despejar la cabeza y cambiar la forma de pensar.
Podría trazar un plan para 2021, pero la cosa está muy seria. De momento he decidido no sacar licencia nacional, confiando en que a nivel autonómico salga alguna prueba. Este año además estreno categoría (M-35), y me gustaría poder correr algo. El cross lo descarto este año, se haga o no, y es que debido a la lesión creo que es lo mejor para que el tobillo no sufra este año. Los duatlones están por verse, no me fío nada, así que por el momento no hay planes. Y el maratón... Lo que tengo claro es que si hago uno será cerca y pensándolo en disfrutar.
Seguiremos esperando, algo a lo que tristemente nos estamos acostumbrando.
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