lunes, 30 de noviembre de 2015

Santurce a Bilbao (21º)

Poco más de un mes había pasado desde mi última competición, y por fin llegaba la Santurce a Bilbao, una carrera en la que debuté el año pasado con un puestazo (18º) y que este año tenía ganas de repetir. Y es que esta es una carrera muy especial por dos motivos. Primero, porque sale del lugar donde entreno habitualmente y de donde es el club al que pertenezco desde hace ya 5 años. Y segundo, porque termina en mi casa, en Bilbao.
 
Así que allí nos presentamos Saioa, su hermano Unai y yo, y pronto nos encontramos con más gente, Maite, Igor, Álvaro... Fuimos a calentar con muchos nervios y a las 11 ya estábamos colocados en la primera línea de salida. Allí, además de los africanos había gente de mucho nivel, y las cosas iban a estar como siempre muy difíciles.
 
 
 
Se da la salida y me coloco detrás del primer grupo junto con Gorka Lucena, y pronto se nos unirían El Manaia, Diego Cuadrado y Ion Garraus. La carrera ya estaba rota, por delante ya se fueron Marc Hurtado, David García y Oier Ariznabarreta con los africanos a un ritmo que a día de hoy está lejos de mis piernas. Por detrás los atletas de la blanca: Iban Rodríguez, Alberto Alba, Endika Donnay y compañía nos seguían a pocos metros.
 
 
Así que la estrategia estaba más o menos clara, aguantar y aguantar. Y lo cierto es que me estaba costando, no terminaba de encontrar un ritmo cómodo ya que Gorka me exprimió mucho al principio y hasta que no bajó un poco el ritmo no pude ir con mejores sensaciones. Fue ya en el km 5 cuando empecé a dar la cara y di relevos muy largos. Este año se notaron dos factores: primero, faltaba en este grupo un comandante como lo fue Fonta un año antes, que nos llevó a un ritmo infernal hasta el km 10, y por otro el viento que soplaba de cara. Nos sucedimos bien en los relevos, pero nos costaba hacer hueco. Diego se había quedado y entre los 4 intentábamos abrir más hueco.
 
 
 
Antes de llegar a Barakaldo decidí dar un puntito más a la carrera tirando fuerte con el único objetivo de que no nos cogieran por detrás. Se me hizo especialmente duro el paso por Barakaldo hacia Lutxana, pero allí estaba Jorge animando y me vine arriba. Mi aita estaba con la bici sacando unas fotos y de paso dándonos alguna referencia. Estas son las cosas que te dan alas y yo iba muy sobrado la verdad. Estaba disfrutando. Escuché mi nombre en el avituallamiento, allí o faltaron muchas de las chicas que entrenan con Pedro, además de Javi, una gozada.
 
 
 
Cuando llegué a Zorroza me acordé del año pasado, donde decidí entonces romper el ritmo para irme en solitario. Escuché a Gotzon, a Nuria y a Ane pero esta vez decidí esperar un poco más para probar a la gente. Después de la cuesta del Bidegorri apreté para ver quien me respondía. Tan sólo Gorka se pegó a mí. Ion ya se quedó y El Manaia nos seguía a unos metros. Le invité a Gorka a que me diera algún relevo, pero dudó y lo comprendí. Hablamos y me dejé pasar por él poco después. El Manaia nos echó mano a la altura del Guggenheim y ya era sólo cosa de 3. Pero yo tenía claro que quería que entrásemos juntos, somos del mismo equipo en la carrera de casa. El Manaia no lo entendió y nos dio el hachazo que estaba esperando justo al final de la cuesta que daba a Mazarredo. Gorka no le podía seguir y yo decidí quedarme con él. Además quería disfrutar de la entrada a meta, con tanta gente viéndonos.
 
 
 
Finalmente terminé 21º en la general y 4º vasco junto con Gorka, muy parecido al año pasado, así que muy contento. Desde aquí quiero acordarme de Alberto, seguro que bajas de 1:30 en la media, después de lo que demostraste ayer. Saioa, que hizo un minuto y pico menos que el año pasado y estaba realmente difícil con el viento de cara... En tus piernas está la marca, ahora sólo hace falta que esté en tu cabeza.