Este sábado me acerqué a Gernika a correr lo que quizá sea mi último duatlón de la temporada. La semana no había sido excesivamente dura en cuanto a entrenos se refiere, así que fui con la idea de hacerlo lo mejor posible.
Así que quedé con Javi para ir juntos y de paso repasar la estrategia. Y es que él sí que sabe leer las carreras, además de que es un atleta tremendo. Con él seguro que iba a ser todo un poco más fácil, o menos difícil...
Ya en Gernika nos juntamos con mi compi de "equipo" Raúl, que está iniciándose en este mundillo y que afrontaba con mucho respeto la distancia (10-40-5). Allí comí un poco antes de dejar la bici en boxes, ya que la carrera no era precisamente a una hora corriente (15:15), tomé un café y poco antes del inicio de la carrera a calentar.
Se da la salida y enseguida formamos un grupo a ritmo de crucero, que para los 10 km que nos tocaba en la primera parte iba muy bien. Además iba a ser un grupo bueno si no se rompía para el segundo sector. Estaba Ivan Gil, Pando, Corujo, Ugarte... ¡Buenas piezas!
Me tomé con calma el primer sector, pero a falta de 1,5 km apreté un poco para no llevarme sustos en la transición. Me salió bien y pudimos formar un grupo que colaboró hasta el puerto de Nabarniz. Durante el puerto cazamos a muchos duatletas, entre ellos los hermanos Plágaro, así que efectivamente la estrategia salió bien porque por delante solo marchaban los que están en otro mundo. Iván Gil impuso su ley y subió como los ángeles, nadie le siguió y así lo demostró marcando el 2º mejor parcial por detrás de un Almagro inaccesible.
Por detrás circulábamos a base de cambios de ritmo más que de relevos, y después ni a eso siquiera. Tanto fue así que Ibai Alba lanzó un ataque a 10 km del final del sector. Por suerte para nosotros no le salió bien y le pudimos coger. Javi circulaba conmigo y me dijo que si corría bien iba a tener un buen puesto asegurado. Yo confiaba en el último 5000 y en que pocos pudieran correr como yo. No obstante, habíamos cogido a muchos que habían corrido más rápido que nosotros la primera parte, así que tampoco estaba tan claro...
Y por fin marqué una buena transición y pude salir de los primeros del grupo. Y desde entonces me marché en solitario a la caza del que pudiera haber por delante. No sé si en el fondo era una mala jugada, ya que quedaban muchos km para la meta y estaba queriendo dejar atrás a Ibai y un gran atleta como es Aitor San Vicente. Menudo lío de repente. Pero el mal ya estaba hecho así que no tuve otra que apretar los dientes.
Sufrí mucho porque veía que no abría suficiente hueco con Aitor y tenía miedo de que las fuerzas me abandonasen. Un poco por detrás veía a Javi sufriendo más que yo, agarrándose el costado. ¡Qué pena, porque se estaba marcando un carrerón! Poco después me dijo mi aita que por delante estaba imposible para cazar a nadie más y que asegurara posición. Le hice caso, aunque no había mucho que guardar y hasta el paso por la plaza no vi claro que iba a quedar en una increible 8ª posición tras 2h03:55 de carrera. Lo que quedó claro es que corrí como un demonio porque marqué, solo con un segundo de diferencia, el mejor último parcial. ¡Qué manera de sufrir!
No puedo estar más satisfecho con el resultado. Sobre todo destaco las buenas sensaciones en bici, que para lo poco que entreno pude defenderme muy bien cuesta arriba. Corriendo está claro que este es mi año, no lo puedo negar y por suerte los resultados acompañan.
Lo que más pena me da es que quizá este haya sido el último duatlón de este 2014, al menos en Euskadi y todo por motivos laborales. ¡Tienen que organizar más carreras los domingos! Aún así, la temporada sigue, y el siguiente objetivo es defender los colores de mi club en los Campeonatos de Bizkaia y de Euskadi en pista. Todavía queda tela por cortar. Lo seguiré contando.
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