Este fin de semana se han disputado los Campeonatos de Cross por Clubes. En nuestro caso, y por carambola, nos tocó participar en el Cross Corto. Con mucho miedo, pero con mucha ilusión fuimos a Marina d'Or el equipo senior.
Allí llegamos el sábado a la tarde. Fuimos directamente a dejar los bártulos y a comer. Allí ya se respiraba un gran ambiente de competición. Los mejores atletas nacionales se concentraban en el restaurante: Landassem, Bezabeh, Villalobos... Un sinfín de caras conocidas, pero de la tele.
Más tarde, sobre las 6, fuimos a calentar por el circuito. Aquello fue un "overbooking", ya que todos queríamos conocer lo que nos esperaría al día siguiente. Uno no se da cuenta de lo que hay detrás de un campeonato de estas características, de todo lo que se mueve. Es increíble verte inmerso en una competición así. Cientos de atletas de diversos lugares de la península calentando en el mismo circuito, es único.
Tras el rodaje, fuimos a la ducha, después a tomar algo y de vuelta al restaurante para cenar.
Dimos una vuelta por los alrededores y llegamos al hotel un poco tarde, pero corríamos a las 12:50, así que tampoco había mucha prisa.
Al día siguiente nos levantamos con tiempo, fuimos a desayunar y a ver alguna de las pruebas. Fue en ese momento cuando me convencí para correr con las zapatillas lisas, ya que hacía mucho sol e iba a estar todo muy seco. Así que puse el chip, fuimos a calentar por los alrededores, tomamos un café y directamente a la cámara de llamadas.
Nos tocaba salir por el cajón 8. Ni tan mal, para haber sido el equipo reserva de Euskadi nos tocaría salir por el menos malo de los cajones. Como nos colocamos en fila india nos pusimos en el orden que suponíamos que íbamos a llegar en meta: Hicham, Igor, yo, Mikel, Gorka y Asier. Acertamos.
Así, a las 12:50, puntual, se dio la salida. Por delante nos esperaban los 4 km de Cross más rápidos que habíamos hecho hasta ahora. Los primeros metros, hasta la entrada en el primer tramo de arena, se hicieron como si fuera un último sprint. A mí se me pusieron los pelos de punta, pero era consciente de donde estaba y qué tenía que hacer. Como salía detrás de Igor y sabía que él lo iba a hacer bien, que se iba a abrir paso poco a poco y que iba a ir adelantando posiciones, me pegué como una lapa.
Tras el primer km (3:18) el grupo en el que íbamos se fue estirando. Igor se fue abriendo paso entre la gente y yo me aferré al que tenía delante. Damos la primera vuelta pequeña, con viento de cara y ya metidos de lleno en la segunda se puede correr mejor, con más espacio. Pasamos el km 2 muy rápido (3:14). Más tarde Igor nos contaría cómo tras el primer paso por meta el grupo cabecero nos sacaba 45 s. Solo habían transcurrido 1,5 km...
En la segunda y última vuelta yo cierro mi grupo y pierdo fuerza. Dos tramos de arena hacen que el ritmo disminuya en el tercer km (3:21). Giramos al fondo del circuito para encarar el último km de la prueba, todo con viento fuerte de cara. Intento guardar para el sprint final, donde se pueden decidir muchas cosas, ya que en esta prueba lo más importante es el puesto. Pero todos lo saben y todos hacen lo mismo. Tienen un último cambio y lo que me hace a mi ganar dos posiciones con unos me hace perder otras dos con otros.
Entro en el puesto 169 con un tiempo de 13:21. Igor, 14 segundos mejor entra en el puesto 128. Hicham hace 49º y tras nosotros Mikel cruza la meta en el puesto 253. Gorka y Asier entran juntos en los puestos 270 y 271 respectivamente. Por equipos 37º de 53. Un logro.
Lo mejor de todo esto es la experiencia en sí. Y más cuando sabes que has hecho todo lo que está en tus piernas para conseguirlo. Todos nos portamos y cumplimos con creces. Yo solo pido volver.
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