Sigue la buena racha, las buenas sensaciones, los resultados acompañan... Y la verdad es que no me quejo. Tras una semana en la que he pasado una pequeña gripe y he entrenado poco, haciendo series dos días antes de la carrera, vuelvo a ponerme un dorsal y todo se olvida.
A las 11 se da la salida de esta multitudinaria prueba. Por primera vez en mis todas mis participaciones no quería perderme entre la gente y salir despacio. Me pongo delante, segunda fila. Veo las caras de gente muy buena: David García, Fontaneda, Aigeru Gutierrez, Urretxua, Oualla... Buen nivel. La salida lenta, con viento en contra. Mucha vigilancia. Nadie quiere dar el paso de poner un puntito más. Se gira a la izquierda, un par de rotondas y comienzan las hostilidades. No voy. Me pesan las piernas y el ritmo es muy alto para mí. Aquí estoy bien.
Desde entonces comienza la persecución. Algunos pierden posiciones y yo me centro en los dos de delante. Pienso en el tiempo que puedo hacer, ¡que puede ser muy bueno! Me aferro a los escasos 20 metros que me saca Igor García, compañero de club que parece que vuelve tras una larga lesión. Subimos la cuesta con viento a favor, menos mal. Eso sí, tras la bajada habrá que luchar contra él durante los últimos dos km.
Me queman los pies, estas zapas ya no me valen y se han manifestado. No pasa nada. Llego a la entrada a la pista y no puedo esprintar, estoy fundido. Entro en el puesto 13º con un tiempo de 31:19, lo que supone una media de 3:26 min/km, 2 minutos mejor que hace dos años (33:20), y a menos de 3 minutos del primero, Aingeru Gutierrez (28:35). ¡Estamos cada vez más cerca! jeje.
Ahora a recuperarse de estas semanas de carreras y entrenar para la San Silvestre, el Cross de Amorebieta y muchas más pruebas que nos esperan para este año próximo. Sed felices.
Joder matxo!! estas k no paras!! asi m gusta. pero guarda fuerzas para el concierto de este sabado.
ResponderEliminarMasel