Labyrinth

Hoy voy a hablar de uno de los discos más discriminados de la música. Uno de esos discos que son tan buenos que parece mentira que hayan sido creados. Uno de esos discos que no se deberían olvidar en la vida. El título del disco es "Return To Heaven Denied", el nombre de la banda: Labyrinth.

Este disco de los italianos ya cumple los 12 años, y es (o debería ser) un referente del power metal a nivel mundial. El álbum comienza con el tema Moonlight, rápido, melodioso, con la voz de Roberto Tiranti (Rob Tyrant) como máximo exponente. Le siguen New Horizons y The Night Of Dreams, dos temazos que sacan el lado más melancólico de la banda, y así lo demuestran sus fantásticas melodías.

La siguiente canción comienza lenta, a modo de balada, subiendo el ritmo a mitad de canción, se trata de Lady Lost In Time. El disco descansa, con temas de medio tiempo como son State Of Grace o Heaven Denied, que no envidian a sus predecesoras, y demuestran que el power también entiende de temas elaborados, de voces trabajadas y grandes solos a cargo del incombustible Olaf Thörsen o Anders Rain. Mención especial merece el teclista Andrew McPauls, un teclista diferente a lo que nos tienen acostumbrados grupos como Sonata Arctica o Stratovarius, más solistas y quizá más virtuosos. Él nos demuestra la manera perfecta en la que encaja un teclado acompañado por más de una guitarra.

El disco vuelve a correr a partir de la 7ª canción: Thunder. A esta le sigue la instrumental Feel, una canción previamente compuesta por Jens Ahrens. Después suena Time After Time, una poderosa canción con un buen riff inicial, cañera. En este caso es la tormenta que precede a la calma, ya que la siguiente canción es una de las mejores baladas de un grupo power que he podido escuchar en mi vida: Falling Rain. Me parece increible como una balada de estructura tan típica puede llegar tan hondo, y es que Rob Tyrant demuestra en este tema un registro un tanto diferente al resto del disco. Como siempre, los teclados llenan de vida una canción muy emotiva.

La última canción, Die For Freedom, es perfecta para cerrar este disco. Poderosos riffs, con un Mat Stancioiu a la batería que demuestra una ejecución perfecta. Buenos coros y mucha velocidad en los momentos clave, hasta Chris Breeze tiene tiempo para introducirnos con un solo de bajo a uno de los momentos más bonitos del disco, el solo ejecutado por manos de Rain y Thörsen, esta vez lentos, melodiosos. El colofón final para un disco casi perfecto.

Como he dicho antes, este disco es uno de los menos conocidos en el mundo del Heavy Metal, pero uno de los mejores. Yo lo conocí en el momento en el que lo sacaron, a la vez que conocí a uno de los grupos más legendarios del panorama power, como lo fueron y siguen siendo Edguy. Ellos corrieron mejor suerte que los italianos. Aunque ahora "amenazan" con sacar una segunda parte: Return To The Heaven Denied pt II. Esperemos que vuelvan a sus orígenes y nos demuestren que aún les queda madera y ganas de hacer buena música.

Os dejo con un tema de la banda: