Así que una vez que podía entrenar con pocas molestias, decidí probar mi estado de forma en la carrera menor de Castro - La Granja - Castro. Una pena que no hubiera mucha participación, ya que apenas 17 personas tomamos parte en la carrera de 10 km.
La salida fue muy lenta, como era de esperar, pero yo tampoco estaba para tirar cohetes. A pesar de haber entrenado mucho en bici, soy consciente de que ello te deja más lento de lo habitual. Y si a esto añadimos muy pocos entrenamientos de calidad, la ecuación es fácil de resolver.
Pero me encontré bien, o al menos, mejor de lo esperado. Me preocupaba mucho más la pierna que el ritmo que iba a llevar. Así, me encontré liderando la carrera con los dos primeros atletas de la carrera larga. Decidí seguir con ellos hasta el cruce (km 4), donde ya me encontré en solitario. Miré hacia atrás y vi a mi amigo Bittor que iba segundo, aunque por detrás dos atletas se le acercaban bastante.
Decidí no volver a mirar hacia atrás y testarme hasta el final. No se me hizo muy duro, pero más rápido no podía ir, quedó evidente mi falta de ritmo.
Finalmente crucé la meta en 35:51, lo que no está del todo mal para haber pasado tanto tiempo lesionado. Bittor terminó 4º y primer veterano y Saioa quedó 2ª, con 26 semanas de embarazo. ¡Olé ahí!
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