Tras el Campeonato de Euskadi de Cross, todo estaba listo para mi primer objetivo personal del año, que no era otro que conseguir bajar mi marca de Media Maratón, y si podía, intentar rebajar la barrera de 1h15:00. Para cumplir este propósito viajé hasta Barcelona el 17 de febrero, donde se celebra una Media muy chula, con un recorrido bastante bueno para conseguir buenas marcas. Allí además corrieron 12.000 personas, lo que facilita mucho las cosas. Conseguí reventar mi propio crono, cruzando la línea de meta en 1h14:17 en el puesto 51º.
Mi estado de forma era inmejorable y prontó llegó el momento de debutar en duatlon, una disciplina que me había costado afrontar y que por fin me decidí a dar el paso. Así, el 10 de marzo competí por primera vez en Basauri. Y la verdad es que mi debut fue inimaginable. Puesto 15º, pinchando la rueda y cometiendo muchos errores en las transiciones. ¡Una gozada!
Repetí disciplina el 17 de marzo en Oñati. Una pasada de prueba en la que espero poder repetir el año que viene. Allí corrí muy bien y vi que estaba en unas buenas condiciones para bajar mi marca de 10.000. Crucé la meta en el puesto 48º en una prueba con mucho nivel. Destacar que fue la competición más larga que había disputado (2h03:27).
El 23 de marzo llegó el segundo objetivo personal del año. Ya con molestias en la rodilla competí en el Campeonato de Euskadi de Fondo en Fadura. Por delante 10.000 metros contenidos en 25 vueltas de 400 m. Mi distancia cruel. En la salida pocos participantes, aunque con un buen clima para poder afrontar una prueba de estas características. La cosa no fue mal, pero pudo ser mejor, como ya he comentado en más de una ocasión. Marca personal de 34:24 y 8º.
Al día siguiente fui a Zornotza a correr mi tercer duatlon. Ya la rodilla llevaba quejándose unos días y fui a afrontarlo como entrenamiento, con mucho miedo. No obstante disfruté de la prueba, que por cierto, fue barata y muy bien organizada. Allí logré hacer un último parcial a pie de escándalo, ya que estaba muy descansado. Al final puesto 53º y otras 2h y pico de esfuerzo.
Y así llego a mi última competición del año el 6 de abril en Gernika. Aunque volvió a ser una tónica parecida a la de Zornotza: salir a entrenar y disfrutar el máximo posible. La rodilla se quejaba mucho y decidí cumplir con el calendario de duatlon que me había propuesto, aunque siempre me quedará la espina de no haber podido correr en Bilbao. Fue una prueba con mucho frío, pero muy bonita. Otra vez llegué a la última transición con ganas de correr y me desquité yendo a fuego los últimos km. Al final entré en el puesto 41º.
En resumen, comentar que me he enganchado a los duatlones y que espero poder volver el año que viene a disputarlos a tope, como debe ser. También cambiaré mi calendario habitual de atletismo, contando con que pueda recuperarme pronto. El diagnóstico final sobre mi condropatía me lo darán el jueves. Entonces habrá que decidir qué hacer y cómo hacerlo.
Hasta entonces, sed felices.
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