Está claro que desde hace unos años el panorama musical vizcaíno no goza de buena salud. Lo curioso es que aún nos sigue alarmando este hecho. A mí no. Es cierto que no nos podemos quejar, ya que cada vez se organizan más eventos para impulsar el talento de Euskadi a nivel local e incluso nacional. O no...
Bien, desde hace algún tiempo me ha dado por indagar en este tipo de concursos, organizados por los ayuntamientos en su mayoría, y he llegado a una única y decepcionante conclusión: Los concursos musicales de Bizkaia se resumen al enchufe, al favoritismo y al mal gusto. Y no es que quiera menospreciar a todos aquellos grupos que con ilusión han llegado a ganar unos cuantos euros por ofrecernos su momento musical. Pero lo siento, o soy un completo inepto musical, o aquí se cuece algo más gordo...
Visto lo visto, me decanto por la segunda opción. Ya no solo el hecho de que se intente meter en el mismo saco el Pop-Rock y la música electrónica, o el Hard Rock y el Nu Metal, no. ¡Si no que también se pone límite de edades! Curiosa forma de ser lo más objetivo posible... Así nos luce el pelo: Chiquillos de 18 años ganando concursos musicales a gente que lleva más de 10 años en este mundo. Y no digo que no sean buenos, pero al nivel que corre por Bizkaia y por España, es algo más que sospechoso. La falta de talento musical es un hecho evidencial desde hace varios años.
Todo será que el amigo concejal del padre de uno de ellos mete mano en el cotarro, o que el grupo es de la zona, o que todos son muy guapos... Decepcionante, lamentable y miserable. Esa no es manera de apoyar a la música. A todos nos llega el momento, y si no, es que quizá no valemos para ello. Es la cruda realidad, la música es arte, y como tal, es un duro estudio y un duro trabajo para llegar a ser un grande. Pero muchos ayuntamientos, jueces de concursos y contactos de concejalía no entienden eso.
Uy, acabo de tocar lo de los jueces... Duro tema. Y es que siempre hay 4 tíos, propuestos por el ayuntamiento, ¡miembros en su mayoría de grupos de alto prestigio, incluso! Pues yo no sabía que tenían tan poco gusto, tan poca sapiencia, o la cara tan dura... Será que se olvidaron ir a clase de música el día clave. Si al menos fuera eso, estaría más tranquilo, pero me temo que no.
Concursos como el Villa de Bilbao han perdido su credibilidad, al igual que lo están haciendo sus ayuntamientos vecinos, a los que se les pega todo, menos la objetividad. Y lo peor de todo es que va para largo...