Poco a poco van haciéndose más pruebas en este año complicado. Algo que es de agradecer, ya que las competiciones en ruta parece que van a tener que esperar aún bastante tiempo. Lo bueno de estar federado y que además me guste la pista, ha hecho que este año empiece mucho antes mi participación sobre el tartán. Sin mucho entrenamientos específicos voy poco a poco reencontrándome con una versión no muy alejada a la de hace unos años. Parece que por fin vamos dejando atrás una serie de largas lesiones que me han impedido rendir al nivel que quería. Esperemos que siga así.
Y este fin de semana pasado, en Durango se celebraron nada menos que 4 series de 5000 metros para los hombres y otra más para las mujeres. Debido a la pandemia, no se pueden reunir gran cantidad de atletas en una prueba, por lo que en cada serie salimos un total de 15 atletas. Algo que no deja de ser sorprendente, ya que hasta el año pasado era complicado llegar al menos a la mitad de ese número para una prueba así.
A mí me tocó participar en la serie más rápida a priori. Descartando al que a la postre fuera el primer clasificado (Aitor Mimenza), mi carrera contaba con arriesgar más de lo que hice en Vitoria, y para ello busqué aliados entre los restantes participantes. Oier; Pello; Unai, con el que ya corrí en Vitoria... Sabía que iban a estar ahí. Tenía dudas de donde estarían el resto de participantes, Diego, Igor, Aitor...
Tras la salida rápidamente nos colocamos Unai Ibarra, Oier Irusta y yo en las primeras posiciones. Oier comenzó algo rápido, como es habitual en él, pero por suerte se dio cuenta y ya el primer km lo pasamos en 3:08, que era ritmo objetivo. Poco más tarde me puse yo a tirar ya que vi que era un buen tren el que habíamos formado y la idea era la misma. Unai nos dio el relevo antes del km 3 que pasamos en 9:24. Como un reloj.
A partir de ahí las piernas ya no fluían tanto y a mi me costó pasar al relevo hasta falta de 3 vueltas, donde intenté incrementar algo el ritmo. A duras penas llegué a los últimos 300 m donde Oier hizo un último cambio para arañar unos segundos más al crono. A Unai y a mí, quizá más fonderos nos bastó con mantener el ritmo crucero y "esprintar" en los últimos metros y parar el crono en 15:37.
Esta marca supone mi 5ª mejor marca, aunque empatada en segundos con la 4ª y que me dio el bronce en el Campeonato de Bizkaia en el año 2014.