En verano aprovechamos para disfrutar de todo aquello que no podemos durante la temporada. Nos olvidamos de los entrenamientos, o al menos, de entrenar con un objetivo en la cabeza.
En mi caso, aprovecho para andar en bici, una de mis grandes pasiones. Además, con estos calores se agradece. Este año he repetido ir a Pirineos en Julio, aprovechando el paso del Tour por los puertos míticos de la zona. Hicimos mucha bici y también aprovechamos para subir al monte...
También hemos aprovechado para correr como el año pasado alguna carrera de verano. Y como en 2015 se nos dio bien, hemos repetido este año en Ispaster y Zierbena, repitiendo puesto (5º).
En la primera entramos por detrás de Hassan Oubaddi, Hamid Ben Daoud, Othman Bougader y de un gran Imanol Goñi, que aprovechó la oportunidad para rebasarme en los últimos metros. Una carrera que siempre se disfruta en un pueblo muy especial.
La segunda, en Zierbena, la clásica subida a Punta Lucero, donde esta vez volvieron a imponer su ley los norteafricanos: Hamid, Hassan, Ismail Razga y Othman me arrebataron los primeros puestos y sus consiguientes premios. Pero contento de poder plantar cara hasta el final y mejorando el tiempo del año pasado.
No son tiempos de correr, y la forma en estos meses dista mucho de ser la del final de la temporada pasada. Mientras tanto, sigo buscando nuevos retos para este próximo año. Paradójicamente, ya tengo uno para 2018, que revelaré en algún momento de esta temporada que ya viene.
Mientras tanto, ¡salud y km!
